Cuando ante mi desconocimiento empezaba a suponer que el jazz es solo para entendidos, sumado esto a que no soy un gran apasionado por las grabaciones en vivo, tuve la suerte de encontrarme con éste increíble material que no por accesible a casi cualquier oído dejará de maravillar a los conocedores del género.
Grabado en The Iridium Jazz Club en N.Y.C. en septiembre de 1996, éste disco logra una de las cosas mas fascinantes que puede producir la música, y es la posibilidad de transportar al oyente al ambiente en el que fue interpretada. Desafío a los descreídos a sentarse en tiempo y espacio propicio y sentirse parte de ésta experiencia en la cuál, si prestan atención, podrán oír tanto los susurros del público como el clásico sonido de las copas desplazándose por el lugar.
Sírvase acompañado por una bella señorita y un delicado Merlot de Luján de Cuyo.
Salud
Mathías
Grabado en The Iridium Jazz Club en N.Y.C. en septiembre de 1996, éste disco logra una de las cosas mas fascinantes que puede producir la música, y es la posibilidad de transportar al oyente al ambiente en el que fue interpretada. Desafío a los descreídos a sentarse en tiempo y espacio propicio y sentirse parte de ésta experiencia en la cuál, si prestan atención, podrán oír tanto los susurros del público como el clásico sonido de las copas desplazándose por el lugar.
Sírvase acompañado por una bella señorita y un delicado Merlot de Luján de Cuyo.
Salud
Mathías

5 comentarios:
Bien, bien...
el merlot hace muy bien
javier
A mi el Jazz me gusta, no hace falta mucho esfuerzo conmigo. Ya lo estoy bajando.
Gracias
Julius
mmm, a mi no me gusta mucho el jazz, pero me gustó la descripción y la recomendación. Voy a bajarlo. Lo de la señorita es 100% necesario? digo, el merlot se agradece, pero con una señorita prefiero otras cosas...., no se, digo...
Lo de la señorita sería evitable en su caso particular, salvo que haya alguna fantasía oculta por ahi... De ser así al menos dejelo mirar a Migue. Jejeje.
Me gusto mucho, del estilo del Bill Evans gordo del 70. Lo de la señorita y el vino es lo óptimo, pero si lo escuchas sólo y tomando un café con leche rinde igual.
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